Pablo dijo: “Los récords están hechos para romperse”. Fonsi: “Ama el deporte y siempre quiere ganar, igual que mi tío. Los une la pasión por este deporte. Ganó muchas carreras incluso antes de pisar la pista, y creo que Márquez también posee ese talento”.
Marc Márquez replicó en Argentina tras ganar el fin de semana en Buriram, superando las 90 victorias de uno de sus estimados compatriotas, Ángel Nieto, quien compitió de 1964 a 1986 y ostentó 13 títulos mundiales. Por lo tanto, actualmente solo quedan dos nombres por delante del piloto de Ducati Lenovo. Valentino Rossi, con 115, es el que más se acerca, y Giacomo Agostini, con 122 victorias a lo largo de su carrera, está un poco más lejos.
Ver a su compatriota lograr semejante hazaña no pareció molestar en lo más mínimo al actual director del equipo VR46, Pablo Nieto. “Siempre es un placer ver a mi padre recordado y en las noticias de nuevo”. “Le agradezco que se haya acordado de él y le felicito”, declaró a AS. “Los récords están para batirse, y en este caso, el piloto que logró igualarlo es muy significativo y prestigioso”.
La mentalidad de Fonsi Nieto, nieto del legendario ciclista español y actual entrenador del club Prima Pramac, es igualmente atlética. Que alguien como Marc tenga tantas victorias como mi tío es motivo de satisfacción, ya que demuestra lo excelente que era Ángel. Sin embargo, comparado con hoy, cuando tenemos 22 eventos programados, había muchas menos carreras en aquel entonces. Pero solo los ‘magos’ pueden presumir de esas cifras, y creo que está orgulloso de que Marc lo haya logrado desde arriba. Disfrutó muchísimo de las buenas carreras.
El piloto de 46 años recordó a Nieto como un piloto más que como un familiar, diciendo: “Lo que recuerdo es lo que me contaba”. Era inteligente, habilidoso y, en ocasiones, hostil. Ganó muchas carreras incluso antes de pisar la pista, y creo que Márquez también posee ese talento.
Hay más que similitudes numéricas entre ambos. “Los une su amor por el deporte; de lo contrario, no se logra mucho. Mi tío adoraba a la afición y consideraba el motociclismo su vida y su pasión. Su constante deseo de ser el primero, como el de Márquez, es lo que distingue a los ganadores natos. Se nota en sus ojos”. En segundo lugar, son igualmente completos y maliciosos. Basta con un solo fallo para no alcanzar tales objetivos.