Gran Premio de San Marino: Un Fin de Semana que Acentúa las Crecientes Preocupaciones por la Seguridad en MotoGP en Medio de una Ola de Lesiones
La temporada 2025 de MotoGP dio otro giro dramático durante el fin de semana del Gran Premio de San Marino, con una serie de caídas y retiradas que volvieron a poner en el centro del debate la seguridad de los pilotos, las regulaciones de equilibrio de rendimiento y la influencia del organismo rector del campeonato, Dorna Sports.
El fin de semana en Misano estuvo marcado por retiradas de alto perfil, siendo la más significativa la del líder del campeonato mundial, Marc Márquez, quien se accidentó en la carrera Sprint del sábado mientras encabezaba la prueba. El incidente, que sorprendió tanto a aficionados como a integrantes del paddock, se sumó a la creciente lista de abandonos (DNF, Did Not Finish) que han plagado las últimas rondas.
El panorama empeoró el domingo en el Gran Premio. No menos de seis pilotos no lograron llegar a la bandera a cuadros, mientras que otro, Joan Mir de Honda, ni siquiera tomó la salida, reduciendo el número de finalistas a apenas un puñado. Con tan pocos corredores completando la carrera, prácticamente todos los que cruzaron la meta obtuvieron puntos, salvo uno, algo muy poco habitual en la élite del motociclismo.
Las lesiones siguen diezmando la parrilla
El caso de Joan Mir evidenció la fragilidad de la actual plantilla de pilotos de MotoGP. El campeón del mundo de 2020 decidió no correr ni sábado ni domingo tras sufrir molestias en el cuello, consecuencia directa de una caída en los entrenamientos del viernes. Su ausencia subrayó el enorme desgaste físico al que están sometidos los pilotos en 2025.
La lista de lesionados se extendió incluso hasta los test posteriores a la carrera del lunes. Ai Ogura, del equipo Trackhouse, quien estuvo implicado en un accidente que lo obligó a abandonar el GP de San Marino, no pudo participar en la jornada de pruebas. La condición del japonés es otro recordatorio de los riesgos persistentes que enfrentan los corredores cada fin de semana.
Las estadísticas de esta temporada pintan un panorama preocupante. De los 22 pilotos con plaza fija en la parrilla, 10 ya se han perdido al menos una carrera por lesión. El caso más destacado es el del vigente campeón mundial, Jorge Martín, cuyo inicio de año se vio condicionado por una serie de caídas entre los ensayos de febrero y el Gran Premio inaugural en Catar, en abril. Martín sufrió tres accidentes distintos en ese corto lapso, cada uno más grave que el anterior, lo que le obligó a perderse dos carreras.
Un desglose de las ausencias en 2025 pone en evidencia la magnitud del problema:
Piloto Equipo Carreras perdidas Jorge Martín Aprilia 2 Somkiat Chantra LCR 10 Miguel Oliveira Pramac 7 Luca Marini LCR 6 Maverick Viñales Tech3 6 Ai Ogura Trackhouse 4 Franco Morbidelli VR46 3 Enea Bastianini Tech3 2 Joan Mir Honda 2 Alex Rins Yamaha 1
Las cifras revelan tendencias preocupantes. El debutante de LCR, Somkiat Chantra, ya se ha perdido la asombrosa cifra de 10 carreras, más que cualquier otro piloto este año, mientras que Miguel Oliveira, de Pramac, ha estado ausente en siete grandes premios. Estos números no solo afectan la trayectoria y la confianza de los corredores, sino que además desestabilizan las estrategias de los equipos y el desarrollo del campeonato.
Las reglas de equilibrio bajo la lupa
En medio de esta ola de caídas y lesiones, las miradas se han dirigido hacia el marco regulador de MotoGP. En su columna para Motorsport Magazine, el expiloto y periodista Mat Oxley relacionó el fuerte aumento de accidentes con las normas de equilibrio de rendimiento del campeonato.
Introducidas en los últimos años, estas reglas incluyen el sistema de concesiones, que limita las oportunidades de prueba y desarrollo a los fabricantes más exitosos con el fin de nivelar la competencia. Aunque fueron diseñadas para generar carreras más reñidas y evitar el dominio de una sola fábrica, los críticos sostienen que han incrementado indirectamente el riesgo que deben asumir los pilotos.
Según Oxley, este nuevo entorno obliga a los corredores “a arriesgar más para marcar la diferencia”, con accidentes que ocurren “casi el doble de veces” en comparación con finales de los años 90. La consecuencia, advierte, es un paddock donde la mayoría de los pilotos están “permanentemente lesionados” de algún modo, ya sea arrastrando dolencias existentes o enfrentando secuelas a largo plazo de múltiples caídas.
El creciente descontento entre los corredores ha avivado las conversaciones sobre la necesidad de una representación colectiva más fuerte. Aunque MotoGP ya cuenta con una Comisión de Seguridad, Oxley señala que los pilotos están “tan preocupados” por la dirección actual que han discutido la posibilidad de contratar a un representante profesional para negociar en su nombre.
Llamados a contar con representación legal
No obstante, existe un problema. En un deporte donde Dorna Sports ejerce una enorme influencia, los pilotos temen que cualquiera que desafíe directamente al organismo rector ponga en riesgo su carrera. Oxley subrayó la percepción de que un representante surgido del propio paddock, si se enfrentara a Dorna, “nunca volvería a trabajar en las carreras”.
Por eso, Oxley propone una alternativa: contratar a un abogado. Siguiendo el modelo de los pilotos de Fórmula 1, las estrellas de MotoGP podrían obtener representación legal independiente, capaz de aprovechar su poder colectivo. Un abogado, argumenta, estaría protegido de los riesgos laborales que enfrenta un corredor o un miembro interno, lo que lo haría más apto para negociar concesiones con Dorna y garantizar que la seguridad y la equidad no queden relegadas ante los intereses comerciales.
El financiamiento de esta iniciativa, añade, no sería complicado si los pilotos decidieran aportar colectivamente. Incluso una pequeña contribución de cada uno bastaría para cubrir el costo de contratar a un abogado con experiencia en automovilismo que defendiera sus intereses.
El desafío de la autoridad de Dorna
Sin embargo, aun con respaldo legal, los pilotos se enfrentarían a una de las estructuras de poder más consolidadas del deporte motor moderno. A pesar de la adquisición de MotoGP por parte de Liberty Media, que muchos esperaban trajera reformas similares a las vistas en la Fórmula 1, Dorna sigue manteniendo un grado extraordinario de control sobre el campeonato.
Informes recientes sugieren que Dorna trabaja activamente para “reducir el poder de Ducati” con el objetivo de evitar que el fabricante italiano domine el campeonato. Esta influencia entre bastidores siempre ha formado parte del tejido de MotoGP, con Dorna mostrando poca reticencia en intervenir para lograr una parrilla más equilibrada.
Un ejemplo claro ocurrió a principios de este año durante la saga contractual de Jorge Martín. Mientras crecían las especulaciones sobre si ficharía por Ducati o por Aprilia, se informó que el CEO de Dorna, Carmelo Ezpeleta, advirtió que cualquier piloto envuelto en la disputa podría quedarse fuera del campeonato. Esa amenaza directa inclinó la balanza a favor de Aprilia y resolvió rápidamente la situación en abril.
Ahora existen sospechas de que Dorna podría volver a intervenir, esta vez con relación a la joven promesa Pedro Acosta. El prodigio español, ampliamente señalado como la próxima gran estrella de MotoGP, tiene contrato con KTM, y algunos creen que Dorna podría presionar para garantizar que permanezca con la marca austriaca en lugar de unirse a Ducati. La estrategia parece clara: repartir a los nombres más importantes entre distintas fábricas para mantener un interés amplio y un equilibrio competitivo.
Un camino difícil por delante
Para los pilotos, el dilema es evidente. Por un lado, las preocupaciones de seguridad y el número de lesiones han alcanzado un punto insostenible. El elevado número de carreras perdidas en 2025 refleja las exigencias extremas de la era actual, acentuadas por las restricciones técnicas y la constante búsqueda de rendimiento. Por otro, enfrentarse directamente a Dorna implica el riesgo de alienar a la organización que controla el acceso al campeonato.
Incluso si las estrellas de MotoGP decidieran unirse detrás de un abogado, la autoridad consolidada de Dorna significa que los avances podrían ser limitados. Ezpeleta y su equipo son hábiles operadores políticos con décadas de experiencia en la gestión del equilibrio comercial y competitivo del campeonato. Aunque es poco probable que ignoren por completo las preocupaciones de los pilotos –especialmente con Liberty Media supervisando de cerca–, cualquier concesión significativa requerirá negociaciones cuidadosas más que un enfrentamiento directo.
La visión más amplia
El fin de semana del Gran Premio de San Marino funcionó como un microcosmos de los desafíos actuales de MotoGP. En la pista, una serie de caídas dejó a solo una fracción de la parrilla en pie, con incluso el líder del campeonato cayendo de manera dramática. Fuera de ella, el relato de lesiones, riesgos crecientes y tensas relaciones con los organizadores continúa dominando los titulares.
Para los aficionados, el espectáculo sigue siendo vibrante, con carreras ajustadas y resultados imprevisibles. Sin embargo, el costo humano se vuelve cada vez más difícil de pasar por alto. Pilotos como Márquez, Martín y Oliveira han demostrado una resiliencia extraordinaria al regresar tras lesiones, pero sus reiteradas ausencias evidencian las presiones insostenibles de la era moderna.
A medida que la temporada 2025 entra en su tramo final, el debate sobre seguridad, regulación y gobernanza no dará tregua. Sea a través de la Comisión de Seguridad, de una representación colectiva o del audaz paso de contratar a un abogado, los pilotos de MotoGP parecen decididos a hacer oír su voz. La gran incógnita ahora es si Dorna –y Liberty Media– estarán dispuestas a escuchar.