Marc Márquez al borde de su séptimo título de MotoGP mientras Ducati sueña con un triunfo histórico en Japón
Marc Márquez se encuentra al filo de añadir otro capítulo a la historia del motociclismo. El piloto español, ya uno de los campeones más laureados de la disciplina, está a punto de conquistar su séptimo título mundial en la categoría reina. La hazaña podría concretarse tan pronto como en la próxima cita en Motegi —el Gran Premio de Japón, disputado en el circuito de Honda, la marca con la que Márquez forjó su leyenda.
La situación está cargada de ironía. Los seis títulos anteriores de Márquez en MotoGP llegaron a lomos de una Honda, durante una asociación de 11 años que produjo un éxito extraordinario pero que terminó bajo la sombra de lesiones y la pérdida de competitividad. Sin embargo, tras su fichaje por Ducati en 2024, el español ha recuperado su mejor versión y ahora está a un paso de un triunfo que, de lograrse en Japón, simbolizaría un cambio de poder en el corazón mismo de MotoGP.
Dominio en Misano: Márquez sigue imparable
La contundente actuación de Márquez en el Gran Premio de San Marino en Misano subrayó el impulso imparable que ha mostrado a lo largo de la temporada 2025. A pesar de haberse caído en la carrera Sprint del sábado mientras lideraba, se rehízo con fuerza el domingo, pilotando con serenidad y control para sumar el máximo de puntos.
Detrás, Marco Bezzecchi intentó ejercer presión, pero finalmente no pudo hacer nada frente al ritmo de Márquez. El resultado añadió otro capítulo a lo que ha sido un año de dominio absoluto del piloto español. Carrera tras carrera, Márquez se ha impuesto con claridad, dejando a sus rivales a distancia.
La clasificación del campeonato refleja esa superioridad. Márquez lidera con una ventaja de 182 puntos sobre su hermano y principal perseguidor, Álex Márquez. Con solo unas pocas carreras por disputarse, el desenlace del campeonato está prácticamente decidido. Un buen botín de puntos en Motegi bastará para sellar matemáticamente el título y otorgarle a Márquez su séptima corona de MotoGP.
Una relación complicada con la casa de Honda
Para la mayoría de los pilotos, la posibilidad de asegurar un título mundial en el circuito de Honda sería un desenlace de ensueño. Pero para Márquez, la situación es más compleja. Tras pasar más de una década como la imagen de Honda en MotoGP —llevándolos a innumerables victorias y soportando en carne propia las dificultades durante su declive—, el español mantiene un vínculo profundo con la marca, aunque ya no compite con ellos.
Esa carga emocional quedó reflejada en las palabras de su amigo íntimo y compañero de entrenamientos, José Luis Martínez. En declaraciones a Diario AS en Misano, Martínez insinuó que, aunque Márquez está centrado en asegurar el campeonato, preferiría no hacerlo en Japón.
“Con todo lo que Honda significa para Marc, seguro que le gustaría coronarse campeón con Ducati en un lugar distinto al de la casa de Honda”, explicó Martínez. “Pero, pase lo que pase, lo celebraremos”.
La afirmación pone de relieve la tensión entre la lealtad de Márquez hacia su pasado y la realidad de su presente. Ganar en Motegi sería sin duda significativo, pero también recordaría que sus éxitos actuales no llegan con Honda, sino con su gran rival, Ducati.
Celebraciones en Japón: una tradición de triunfos
A pesar de los sentimientos encontrados de Márquez, hay antecedentes que lo vinculan a grandes logros en Japón. El circuito de Motegi ha sido a menudo escenario de sus momentos más memorables. Allí conquistó títulos de MotoGP en 2014, 2016 y 2018, y en total ha ganado cinco veces en el Gran Premio de Japón en las tres categorías del Mundial.
Para Márquez y su entorno, Japón incluso se ha convertido en sinónimo de celebración. Martínez recordó en tono jocoso un lugar emblemático donde el equipo ha festejado éxitos anteriores.
“Conocemos un bar que se llama Jet Lag, un típico bar japonés con un karaoke al lado, donde ya hemos celebrado otros títulos”, comentó. “Y si tenemos que hacerlo de nuevo, podría ser un buen sitio”.
Estas palabras reflejan la camaradería y los rituales que siempre han acompañado la carrera de Márquez, aportando un toque humano a la persecución de récords y trofeos.
La visión de Ducati: una victoria simbólica en territorio Honda
Mientras Márquez pueda sentirse reticente a celebrar su era Ducati en Motegi, la directiva de la marca italiana tiene una visión distinta. Para Claudio Domenicali, CEO de Ducati, la posibilidad de ganar el campeonato de pilotos en la casa de Honda tendría un enorme valor simbólico.
En una entrevista con Marca, Domenicali expresó el orgullo que tal logro significaría, especialmente por el dominio histórico de las marcas japonesas en MotoGP.
“Ganar el título en Japón es algo muy bonito”, señaló. “En cierto modo, es una demostración. Durante mucho tiempo, las marcas japonesas dominaron el Mundial. Ahora, Ducati ha ganado seis títulos consecutivos de constructores. Lograr el campeonato de pilotos allí, en suelo japonés, sería muy satisfactorio”.
Domenicali también subrayó el contexto más amplio de la situación actual en MotoGP, destacando que el éxito de Ducati representa un cambio profundo en el equilibrio de poder.
Una nueva era de dominio
La década de 2020 ha marcado un cambio fundamental en la jerarquía competitiva de MotoGP. Donde antes Honda reinaba —con 25 títulos de constructores en la categoría reina, más que cualquier otro equipo—, Ducati ha emergido como la fuerza indiscutible.
Desde el inicio de la década, la marca italiana no solo ha acumulado títulos de pilotos, sino que también se ha ganado la reputación de innovadora tecnológica y competitiva, con una parrilla de pilotos de gran nivel. Sus seis títulos consecutivos de constructores son prueba de la solidez del proyecto.
Para muchos observadores, la llegada de Márquez a Ducati en 2024 fue la pieza final del rompecabezas. Ya considerado un piloto de época, su asociación con la moto italiana ha elevado a ambos a un nivel superior de dominio. Si consigue el título de 2025 —ya sea en Motegi o en otro circuito—, será un momento definitorio en la historia de Ducati, confirmando que son la referencia indiscutida de MotoGP.
El legado de Márquez en perspectiva
En lo personal, el inminente séptimo título añade otra dimensión al legado de Márquez. Sus seis coronas anteriores, logradas con Honda entre 2013 y 2019, ya lo situaban entre los más grandes de la historia. Los años posteriores, marcados por lesiones y frustraciones, hicieron dudar a algunos de si podría volver a su mejor nivel.
Su resurgimiento con Ducati ha silenciado cualquier duda. No solo ha recuperado su condición de piloto dominante, sino que además ha demostrado capacidad de adaptación, probando que puede ganar con distintas motos en una era definida por la innovación y la paridad competitiva.
Un séptimo título lo pondría a la altura de Valentino Rossi en coronas de la categoría reina, quedando únicamente por detrás de Giacomo Agostini (8 títulos) en la clasificación histórica. También validaría su decisión de dejar Honda, mostrando que su ambición y hambre de victorias siguen intactos.
El camino por delante
Aunque el desenlace parece inevitable, la forma en que Márquez selle el título sigue siendo motivo de intriga. ¿Lo conseguirá en Motegi, pese a sus reservas sobre coronarse en la casa de Honda? ¿O se pospondrá la celebración para una cita posterior, en un territorio más neutral?
Para Ducati no hay dudas. Un triunfo en Motegi sería un símbolo poderoso de su supremacía y una confirmación de que el equilibrio de MotoGP se ha inclinado claramente a su favor. Para Márquez, sin embargo, el trasfondo emocional del escenario convierte la ocasión en un momento cargado de matices.
Sea como sea, el resultado está prácticamente garantizado. Marc Márquez está a punto de ser coronado campeón del mundo de MotoGP por séptima vez —una gesta que lo consagra entre los inmortales del motociclismo y confirma a Ducati como la gran potencia del presente.
Conclusión
Con el Mundial viajando rumbo a Japón, todas las miradas estarán puestas en Motegi. Márquez tiene la oportunidad de asegurar su séptimo título mundial en un escenario cargado de simbolismo personal y deportivo. La ironía de poder coronarse en la casa de Honda, pero con Ducati, añade una capa extra de dramatismo a una historia ya fascinante.
Para Márquez, la ocasión puede ser agridulce, pero para Ducati representa la culminación de todo un proyecto: el reconocimiento definitivo como la fuerza dominante de MotoGP, alcanzado en el escenario más simbólico posible.
De una manera u otra, el Gran Premio de Japón 2025 será recordado como un capítulo definitorio en la historia de Marc Márquez y en la era moderna de MotoGP.