El expiloto de MotoGP, Álex Barros, ha compartido su opinión sobre el futuro del prometedor Pedro Acosta, especialmente a la luz de las especulaciones en torno a su posible fichaje por el equipo VR46, propiedad del legendario piloto Valentino Rossi. Según Barros, si bien un cambio a un equipo Ducati podría mejorar considerablemente la competitividad de Acosta en la pista, dicho traspaso podría tener consecuencias inesperadas, especialmente si implica unirse al equipo de Rossi.
Barros reconoció que Ducati cuenta actualmente con la maquinaria más potente de la parrilla, y que colocar a Acosta en una de sus motos probablemente mejoraría su rendimiento y le permitiría competir con mayor intensidad con los pilotos de cabeza. Sugirió que la superioridad de Ducati podría liberar un potencial aún mayor en Acosta, quien ya ha causado una gran impresión en la categoría de MotoGP.
Sin embargo, Barros también lanzó una advertencia directa sobre los rumores sobre la posibilidad de que Acosta firme con VR46, el único equipo satélite de Ducati que realmente le interesa en este momento. El expiloto brasileño expresó su preocupación por la influencia negativa que la cultura interna del equipo y sus antiguas lealtades podrían tener en la mentalidad de Acosta. En particular, Barros advirtió que la influencia de Rossi podría ir más allá de las meras estrategias de carrera y moldear la dinámica personal de Acosta dentro del paddock.
Barros mencionó la arraigada y bien documentada rivalidad entre Valentino Rossi y Marc Márquez, que surgió durante la temporada 2015 y nunca ha sanado del todo. Insinuó que si Acosta se une al equipo VR46, existe un riesgo real de que Rossi y su círculo íntimo inculquen prejuicios o incluso animosidad hacia Márquez en el joven piloto.
“Imaginemos que Acosta acaba en VR46, que es la única opción Ducati disponible para él en este momento”, dijo Barros. “En ese caso, Valentino probablemente empezará a moldear la actitud de Acosta, llenándole la cabeza de la idea de que debe salir y derrotar a Márquez a toda costa”.
Los comentarios de Barros sugieren que, si bien las ventajas técnicas de pilotar una Ducati son evidentes, el ambiente político y emocional dentro de un equipo como VR46 podría complicar el desarrollo de Acosta. Esta advertencia subraya el delicado equilibrio entre el rendimiento y la dinámica de equipo, especialmente cuando los jóvenes pilotos se enfrentan a alianzas forjadas por rivalidades pasadas.
En definitiva, las declaraciones de Barros sirven tanto como elogio del potencial de Acosta como advertencia sobre la posible influencia de los conflictos históricos en el paddock de MotoGP.