Marc Márquez reescribe la historia de Ducati mientras el turbulento paso de Valentino Rossi se desvanece en el pasado
En 2025, Marc Márquez ha transformado por completo la identidad de Ducati en MotoGP, ofreciendo un nivel de dominio que está redefiniendo lo que el fabricante italiano puede lograr en la categoría reina. A medida que el múltiple campeón del mundo continúa acumulando victorias y podios, su influencia no solo está reescribiendo el presente competitivo de Ducati, sino que también eclipsa los esfuerzos del pasado, especialmente el desafortunado paso de Valentino Rossi por la marca de Borgo Panigale.
Cuando Rossi sorprendió al mundo del motociclismo al abandonar Yamaha a finales de 2010 para unirse a Ducati, las expectativas eran altísimas. La idea del piloto más célebre de Italia uniéndose al fabricante de motocicletas más icónico del país parecía un sueño hecho realidad. Sin embargo, la realidad fue muy distinta. En dos temporadas, Rossi luchó por adaptarse a la Desmosedici, logrando solo tres podios y sin conseguir una sola victoria —una desviación total de su estándar habitual. Fue el punto más bajo de su carrera en MotoGP hasta entonces y derivó en su regreso a Yamaha en 2013.
Incluso contando con un campeón del mundo como Nicky Hayden como compañero de equipo, el fracaso de Rossi dejó claro que el problema no era el piloto, sino que la moto de Ducati era fundamentalmente poco competitiva frente a las máquinas dominantes de Honda y Yamaha. Tanto Rossi como Hayden lidiaban con un chasis difícil de manejar y un paquete electrónico que no estaba a la altura, especialmente si se comparaba con la refinada tecnología de sus rivales japoneses.
Por estas dificultades, la etapa de Rossi en Ducati suele ser pasada por alto cuando se habla de los grandes pilotos que han vestido de rojo. En su lugar, se recuerda más a figuras como Casey Stoner, quien logró el primer título de Ducati en MotoGP en 2007, y a Francesco Bagnaia, quien devolvió la corona a Bolonia en 2022 y 2023. A pesar de ser uno de los pilotos más grandes de la historia, Rossi no contó con la maquinaria adecuada para dejar una huella duradera en su paso por la marca.
En contraste, la llegada de Marc Márquez a Ducati en 2025 ha marcado el inicio de una auténtica era dorada. Tras demostrar su talento con múltiples títulos mundiales con Honda, Márquez decidió cambiar de aires después de un año de transición con el equipo satélite Gresini. Desde su ingreso al equipo oficial, ha causado un auténtico terremoto en el paddock. En las primeras 12 rondas del campeonato, Márquez ha conseguido ocho victorias en Grandes Premios y 11 triunfos en carreras Sprint, posicionándose como el gran favorito para coronarse campeón con varias rondas aún por disputar.
En una entrevista con Marca, la directora global de marketing de Ducati, Patrizia Cianetti, explicó las marcadas diferencias entre la llegada de Rossi en 2012 y la de Márquez en 2025. Admitió abiertamente que Ducati no era competitiva en aquella época. El equipo carecía del desarrollo técnico y el respaldo financiero necesario para desafiar de manera constante a los gigantes del momento.
“Eran tiempos muy diferentes”, comentó Cianetti. “La experiencia con Valentino fue única y bastante complicada. La empresa, en ese entonces, no estaba al nivel en el que se encuentra hoy.”
Además, recalcó el enorme progreso que ha hecho la marca desde entonces. Según explicó, la Ducati actual es una organización mucho más avanzada, tanto a nivel técnico como en reputación global. “La Ducati de hoy es la mejor versión de sí misma. Es admirada por los fanáticos de todo el mundo, y la calidad de nuestras motos ha alcanzado un nuevo estándar. El paquete completo es más sólido, y el entorno al que ha llegado Márquez es muy superior.”
La transformación de Ducati ha sido fruto de un proceso largo y meticuloso. El resurgimiento comenzó con los éxitos de Bagnaia, y la conquista del campeonato en 2024 por parte de Jorge Martín con el equipo satélite Pramac consolidó aún más su supremacía. La temporada pasada, Ducati ganó todas las carreras menos dos —una de GP y una Sprint—, lo que dejó en evidencia la abrumadora superioridad de la fábrica de Bolonia.
Aunque en 2025 algunos de sus rivales, como Aprilia y KTM, han mostrado ligeras mejorías, Ducati sigue siendo la fuerza dominante en la parrilla. De los 36 podios posibles en lo que va del año, los pilotos de Ducati han ocupado 29. No obstante, las últimas carreras han dejado claro cuánto depende ahora la marca de Márquez para mantener su reinado.
El Gran Premio de la República Checa en Brno fue un claro ejemplo. Márquez fue el único piloto de Ducati en subir al podio ese fin de semana, sumando su quinta victoria consecutiva y reforzando su estatus como la principal esperanza del equipo para el título. Pese a su forma dominante, el piloto español no ha mostrado signos de relajación. Su enfoque implacable y mentalidad de élite lo han mantenido competitivo y hambriento de victorias —una diferencia clave incluso en una escudería con ventaja tecnológica.
Tras su victoria en Brno, Márquez fue recibido en el box por el director general de Ducati, Luigi Dall’Igna, quien ofreció un comentario revelador. En ese momento, Dall’Igna reconoció que, aunque Ducati ha fabricado motos competitivas en los últimos años, nunca las habían combinado con un piloto del calibre de Márquez. Dio a entender que los fracasos previos en la lucha por el campeonato no se debían únicamente a la moto, sino también a la ausencia de alguien capaz de llevar esas máquinas más allá de sus límites técnicos.
Este pensamiento cobra aún más fuerza al revisar la historia reciente de Ducati. Andrea Dovizioso, por ejemplo, terminó subcampeón detrás de Márquez en tres temporadas consecutivas entre 2017 y 2019. A pesar del talento de Dovizioso y del crecimiento competitivo de Ducati en esa etapa, nunca logró superar a Márquez en una batalla por el título. Ahora, con el español en sus filas, Ducati no solo ha eliminado ese obstáculo: ha cambiado las reglas del juego.
Márquez ha demostrado una capacidad excepcional para superar a sus compañeros, adaptarse a distintas condiciones de pista y exprimir al máximo el potencial de la Desmosedici. Aunque otros pilotos de Ducati han tenido actuaciones destacadas, ninguno ha igualado su consistencia ni su capacidad para gestionar carreras. Como líder indiscutible del equipo, Márquez está elevando el rendimiento de toda la organización.
Lo que hace aún más impresionante el rendimiento de Márquez es el contexto en el que lo está logrando. Ducati ya no es un equipo que busca sorprender, sino el referente a batir. Cargar con ese peso no es sencillo, pero el español ha prosperado en ese rol, llevando la presión de ser el favorito sin que esto afecte su rendimiento. Sus actuaciones no solo han consolidado la posición de Ducati como el fabricante más competitivo, sino que la han convertido en la vara de medir en MotoGP.
Mientras tanto, el paso de Rossi por la marca cada vez parece más parte de un capítulo lejano. Su falta de victorias no reflejó una caída de talento, sino que evidenció que la empresa aún no estaba preparada para competir al más alto nivel. En marcado contraste, Márquez ha llegado a una Ducati en plena madurez —y con él al mando, la marca está alcanzando cotas sin precedentes.
A medida que avanza la temporada 2025, todo apunta a que Márquez asegurará un nuevo título mundial, posiblemente con varias carreras de margen. Si lo logra, se convertirá en el primer piloto en ganar campeonatos de MotoGP con Honda y Ducati, una hazaña que no solo engrandecería su legado, sino que también consolidaría su lugar entre los más grandes de la historia.
Y, de seguir esta trayectoria, podría convertirse en el piloto más exitoso de Ducati de todos los tiempos —un título que incluso leyendas como Stoner y Bagnaia tendrían difícil disputar. Para Ducati, la era Márquez representa mucho más que un pico competitivo: es la culminación de un viaje que los ha llevado de la lucha al dominio absoluto.