Cerrando la jornada de pruebas en Misano con el séptimo registro, Marc Márquez señaló que había signos alentadores en el trabajo, desde una mayor estabilidad en frenada con la nueva goma hasta la necesidad de seguir adelante porque las cosas no eran perfectas. Se rió al decir: “Despertarme por la mañana para descubrir que tenía pruebas era… complicado”.
El español empezó hablando de una parte del trabajo de hoy, calificándolo más de “reconfirmación” que de algo realmente nuevo: “Hoy hemos probado algunas cosas que ya habíamos probado antes, en carreras anteriores”. Hemos comprobado ligeramente la dirección, y eso ha sido todo.
Respecto al neumático, que todos los pilotos debían probar, Márquez aclaró que había algunos aspectos buenos y otros no tan buenos, y que no debíamos dejar de trabajar:
Este neumático era peculiar. Era algo extraño durante los primeros circuitos, pero a medida que íbamos completando más vueltas, nuestra confianza crecía. Aunque la estabilidad era excelente, creo que todavía hay que trabajar más en la agilidad porque la moto es cada vez más pesada en general debido a la aerodinámica. En particular, los cambios de dirección eran más difíciles, aunque la estabilidad de los frenos mejoró.
“Con lo que tienes intentas encontrar lo mejor, un buen ritmo, un buen equilibrio y hemos terminado más o menos con la misma moto con la que corrimos [durante el fin de semana]”, dijo el español, explicando cómo utiliza días como éste para mejorar. Hicimos algunas repeticiones de elementos probados anteriormente, pero que eran fundamentales para los próximos eventos”.
Se rió al reconocer que, tras nuestra victoria de ayer en el Gran Premio de San Marino, hoy se levantó con ganas de probar. Aparte de eso, sin embargo, ayer fue un buen día para nosotros, sobre todo para el equipo, para mí y mi confianza, y para seguir construyendo el futuro”. Por encima de todo, dijo, mantenerse cerca de los de delante es lo más importante.