Marc Márquez es un piloto rejuvenecido y Ducati ha jugado un papel importante en ello. En una entrevista concedida a la web oficial del campeonato, el piloto recordó que fue el equipo Gresini Racing el que le devolvió a la fama de MotoGP después de que incluso se planteara abandonar el deporte.
La sensación de ganar es contagiosa y adictiva, según el piloto que volvió a las victorias este año: “Después de la victoria en Aragón y en Misano, fui a por más”. Es como una droga. Estás obsesionado con conseguir más y más y más.
Y esta emoción le trajo a la memoria el momento menos favorable y la experiencia vivida, que incluso le hizo pensar en decir adiós definitivamente a MotoGP:
Considero que el cambio que hice el año pasado fue un éxito, ya que habría anunciado mi retirada si no hubiera sucedido este año. Tenía muchas preguntas en mi mente hace un año por estas fechas. Era muy escéptico. Y después de un año, todas esas incertidumbres se desvanecieron y pude competir una vez más.
Márquez prosiguió recordando el “sabor” del triunfo que tardó en volver más de mil días después: “No digamos a nivel de 2019”. Digamos a nivel competitivo, que es el suficiente para seguir trabajando duro y, sobre todo, mantener el espíritu único de MotoGP. Y volver a vivir ese triunfo, ese podio y esa intensidad única que supone competir al máximo nivel.