No hay justificaciones para que Marc Márquez no compita por el título, ya que finalmente adquirirá la versión más reciente de la Desmosedici en 2025. Aunque el piloto se ha mostrado más cauto este año, el próximo no será igual. Promete que aunque la diferencia actual entre la GP23 y la GP24 es significativa, 4 segundos por carrera es “relativo”.
El día en que se supo que la Cadena SER se incorporaría definitivamente al equipo oficial Ducati, el español mantuvo una conversación con él. A una pregunta sobre la diferencia entre su moto actual y la de Jorge Martín o Pecco Bagnaia, respondió: “El tiempo es muy relativo”. No se puede saber con certeza ni por los pilotos ni por los ingenieros. ¿Medio segundo? No, eso es excesivo. Se ganan dos décimas de segundo cada vuelta de un año a otro, lo que suma cuatro segundos en una carrera. Aunque esto parece sustancial, es muy individualizado.
Márquez no se guardó nada al hablar de sus objetivos, afirmando sin ambages que el año que viene quiere ganar su octavo campeonato del mundo de MotoGP. Tomé la difícil pero crucial decisión de dejar Repsol Honda, el equipo en el que había pasado toda mi vida. Lo hice anteponiendo mi carrera deportiva y la búsqueda de resultados a todo lo demás. La motivación surge cuando hay resultados.
“Hace falta coraje y ganas cuando asumes un reto tan importante porque me subiré a la mejor moto, la ganadora, y a ver qué pasa”, concluye, sin olvidar el calvario que tuvo que pasar. Allí te expones a todos los resultados posibles, tanto a los elogios como a las críticas, pero estaba motivado para ir porque sabía que si no lo hacía, mi carrera deportiva sería completamente diferente. Tuve lesiones durante cuatro años sin ver ninguna mejoría, y allí es difícil mantener la motivación, sobre todo la seguridad en uno mismo. Desarrollé una estrategia y un plan, y me está funcionando de maravilla.