“Ya no soy un niño, pero aproveché la oportunidad. Le dedico esta victoria a él y a Gresini. ¿Martin? No es una locura, pero he seguido a los italianos. ¿El Márquez de hoy comparado con el de 2019? físicamente peor, mentalmente más fuerte. ¿Posibilidades para el título? He pilotado lo más suelto que he podido con la Honda”.
En el podio y en la rueda de prensa, Marc Márquez sonríe y da las gracias a la familia Gresini, a Fausto in primis, que lo empezó todo, y a Ducati por ser el motor de su regreso deportivo. Regreso por segunda vez consecutiva de un triunfo que borró los más de mil días de ausencia de los lugares que le importaban a un piloto, los del podio, como los chubascos que caían hoy sobre el trazado de Misano.
Aunque tenía ritmo, un error en la calificación le había relegado a la novena posición de la parrilla de salida del fin de semana.Nada nuevo; Marc ya estaba acostumbrado a remontadas espectaculares en Le Mans esta temporada entre sus incondicionales y seguidores. Sin embargo, conseguir la hazaña en Misano, la casa de los italianos, habría sido algo muy diferente. Tras una fuerte salida, Marc vio una intervención divina en la séptima vuelta. Dijo a los periodistas que “fue Fausto enviando cuatro gotas a un niño”, pero en 2019, Marc está empezando a ver muy poco de ese niño una vez más.Tanto físicamente, como lo demuestran las heridas en su brazo, como psicológicamente, como alguien que ha soportado un gran sufrimiento y lo ha arriesgado todo para volver a ganar.
Marc, que iba quinto, adelanta a la cabeza en sólo una vuelta. “Hay que arriesgar, no tenía nada que perder”, reconocerá el español.El resto es historia, ya que el pluricampeón español derrota al vigente campeón Bagnaia, segundo en la bandera a cuadros, y gana su segunda carrera consecutiva.La clasificación se actualiza, Pecco reduce significativamente la ventaja de Martín, y éste recorta la distancia a 53 puntos con su compatriota. A medida que nos acercamos a la lucha por el campeonato, la partida sigue completamente abierta.
“Sabía que tenía un buen ritmo de carrera en relación con los líderes -Marc encabezaba el pelotón-, pero salir desde la novena posición nos costó bastante caro tanto a Enea como a mí, sobre todo en las primeras vueltas.Entonces tomé la decisión de arriesgar cuando aparecieron las primeras gotas de lluvia en la pista, y rápidamente asumí el liderato de la carrera. Reconocí entonces que tenía que mantener el puesto. Sin embargo, en la segunda parte de la carrera fue cuando más me sorprendí. Llevaba un ritmo bastante bueno y tomaba las curvas con facilidad. Las sensaciones fueron muy buenas en general, pero estaba perdiendo lo que había perdido incluso en los entrenamientos libres y ganando lo que sabía que podía conseguir.La familia Gresini y el equipo también se beneficiarán mucho de este triunfo, y me gustaría dedicárselo especialmente como homenaje a Fausto Gresini.”
Dado que siempre supiste adaptarte a las circunstancias de la pista, ¿te planteaste seguir a Martin cuando le viste entrar en boxes?El plan de Martin no era absurdo porque habría sido rentable si la lluvia hubiera persistido durante toda la vuelta.Como ellos tienen más experiencia que yo, decidí seguir al piloto que se quedó en pista (Bagnaia ed.). No cabe duda de que son más expertos que yo¡ Yo seguiré en pista si los italianos lo hacen, bromea el español.