El piloto del Team Gresini sólo ha experimentado la grava en cinco ocasiones en carreras Sprint y Grandes Premios de sus 16 experiencias totales sobre grava. El domingo demostró un nivel de rendimiento constante que le está dando sus frutos en la clasificación general.
Es consciente de que en las carreras de motos también se producen caídas, que inevitablemente alteran la clasificación y, en ocasiones, tienen un impacto significativo en la conclusión del Campeonato del Mundo.Marc Márquez tiene una merecida reputación de “crasher” entre los pilotos. Tras acabar por los suelos en 2013 y 2014, siempre se volvía a levantar y continuaba como si nada hubiera pasado. Sin embargo, desde Jerez 2020, la historia ha cambiado y su periplo en la categoría reina se ha convertido en un auténtico calvario que sólo ahora está volviendo a la normalidad. Fueron los años gloriosos que pasó con Honda y los cuatro títulos que ganó de forma consecutiva entre 2016 y 2019.
La actitud del español ante el fin de semana ha cambiado y mejorado de un tiempo a esta parte, y se nota en la mayor atención que presta a desperdiciar lo menos posible… sobre todo en carrera. El ocho veces campeón del mundo se ha caído 16 veces hasta ahora en Qatar, más que las quince del debutante Acosta. Sin embargo, es interesante señalar que once de las caídas se produjeron durante los entrenamientos, cuando el piloto intentaba encontrar el límite de su GP23, una máquina que le es completamente desconocida.
El número de accidentes que se producen en las carreras al sprint es otra cifra extraña. Durante la mayor parte de la primera mitad del campeonato, se mostró fiable y constante, pero después de Assen, empezó a cometer más errores. Sólo ha conseguido mantenerse en Sachsenring después de irse a la grava tres veces desde la minicarrera de finales de junio, concretamente en Silverstone y en el Red Bull Ring.
Es difícil determinar las causas exactas de esta brusca tendencia a cometer errores, pero lo más probable es que se deba a que, a medida que aumenta el hambre con la comida y se siente más en sintonía con su Desmosedici, le haya podido el gusto por intentarlo a toda costa en un formato que, utilizando terminología ciclista, puede ser perfecto para velocistas.
Su comportamiento en los Grandes Premios, sin embargo, es notablemente más reservado.Sus caídas han ocurrido todas a principios de año, en contraste con lo que acabamos de examinar el sábado. La primera ocurrió durante la segunda carrera de la temporada en Portimao, durante la cual fue adelantado y colisionó con Bagnaia; a pesar de ello, fue capaz de remontar y terminar en decimosexta posición. La final se produjo durante la siguiente ronda en COTA. Posteriormente, el as de Cervera ha demostrado regularidad al ser cuarto en tres ocasiones en Italia, Inglaterra y Austria, cuarto en el podio en cuatro ocasiones y décimo una vez en Holanda.
Un aspecto destacable a tener en cuenta es que se ha sentido más cómodo en tierra sobre todo en los entrenamientos libres, más que en las situaciones cruciales, lo que le ha ayudado a situarse cuarto en la general y superar a pilotos como Pedro, que sólo ha caído una vez, la decimoquinta.Acosta ocupa actualmente la séptima posición en la general y, obviamente, se ha quedado a cinco puntos de Pecco Bagnaia, actual líder del Mundial. Sin embargo, Acosta dispone de una GP24, lo que le ha permitido moverse constantemente por la zona de podio y atenuar los efectos de sus ceros en el duelo con Martin, su rival directo por el título, que sólo se ha caído en tres pruebas. Prueba de ello son los actuales cinco puntos de ventaja del piloto italiano sobre el del Pramac.